Los nenúfares (en francés Les nymphéas) es un ciclo de pinturas al óleo que ejecutó el pintor francés Claude Monet al final de su vida, sobre amplios paneles, como el de la ilustración, que mide 219 × 602 cm, y que actualmente se exhiben en el Museo de la Orangerie de las Tullerías, en París, Francia.
Estos inmensos paneles representan un lago con nenúfares.
Monet los pintó para que quedaran suspendidos en círculo (dentro de una estancia circular) así sería como si fuera un día que transcurría o bien siendo las cuatro estanciones que se descubrían.
En el Museo de la Orangerie están suspendidos en dos estancias ovales y alcanzan ocho piezas. Los motivos le fueron proporcionados por los nénufares del estanque de su jardín en Giverny. En efecto, en 1890 Monet había adquirido una casa en esa localidad. En su jardín construyó un puente japonés sobre un estanque que estaba repleto de nenúfares, conocido como «jardín de agua». Desde entonces y hasta el final de su vida pintó una y otra vez estas plantas acuáticas. Los nenúfares obtienen un gran éxito en 1909, y profundizó en el estudio de estas plantas, con toda una serie de cuadros como Nenúfares en el crepúsculo (1910), que puede verse en la Kunsthaus de Zúrich.
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