Entendemos por escuela concertada a cualquier centro educativo privado que, a través de un acuerdo con la administración competente (Consejería de Educación) cede plazas escolares a cambio de una subvención; éstas plazas son gratuitas para quién las ocupa. Lo de gratuitas, naturalmente, es un decir: hay que pagar extras que en los colegios públicos no son necesarios (libros y uniformes específicos y más caros, activiades extraescolares,....). En definitiva hay una criba social porque no todos podrán pagar esto. Si hay dinero público para educación, debe ser exclusivamente para una escuela construida y administrada por el Estado, y gestionada por órganos democráticos bajo los principios y valores constitucionales (libertad, igualdad, solidaridad, laicidad,...); y la educación que en esa escuela se dé debe estar basada en los irrenunciables principios de rigor, ciencia, solidaridad y democracia. Diriamos más: diriamos que toda educación debería estar basada en éstos principios, y el que quiera que sus hijos vayan a una educación basada en valores elitistas, confesionales, etc., que se lo pague aparte y fuera de las aulas. Pero deben darse pasos, y ésta es la forma de empezar: ni un duro para nadie y quién quiera un colegio privado que se lo pague: el dinero de los impuestos, el dinero de los impuestos de todos, debe ir a lo que es de todos. A la educación de todos. Seguiremos informando.
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