La soberbia de la "pequeña compañía " no conoce límites ni respeto.

La soberbia consiste en concederse más méritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor propio: estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es falta de humildad y por tanto, de lucidez. La soberbia es la pasión desenfrenada sobre sí mismo. Apetito desordenado de la propia persona que descansa sobre la hipertrofia de la propia excelencia.
Y soberbia es el perfume que desprenden las nuevas acciones del gobierno local, que son tan caciquiles como aquellas otras que ellos mismos criticaban del anterior alcalde, cuando hablaban con los vecinos en voz bajita, como es costumbre en el pueblo cuando se habla de otro que no está presente.  
No han tomado decisiones de cierta importancia , sino sólo las de diario, a pesar de tener mayoría absoluta gracias al engaño al que sometieron a muchos de los nuevos votantes, ni tampoco se han volcado en sondear a los vecinos, ya no se les ve por la calle...porque su programa electoral era bastante vago...sólo mejorar lo que ya existía, incluído el famoso Cementerio ¡ cómo no!, creo que somos el único pueblo que como primer ejemplo de gestión pone siempre el cementerio.
Mañana se celebrará el primer Pleno Ordinario del Mandato y , o mucho me equivoco y en ese caso rectificaré, o el nuevo Alcalde, alias El trepa, va  a continuar con aquellos modos en los que la oposición no tenía derecho ni a  agua. 
La oposición se estrenará en sus intervenciones, esperemos que asistan todos porque en las Comisiones informativas han habido sonadas ausencias...y eso que están empezando...todos quieren ser Alcaldes pero luego seguir comprometido es más complicado, ¡ya si no es para mandar conmigo no cuenten!
Sus concejales, salvo que se hayan reunido en cónclave con anterioridad y memorizado las respuestas , los creo inútiles para una intervención improvisada en Pleno, y como ejemplo, si no me creen oigan la intervención del Concejal de Comercio en Radio 6 hace tres semanas donde en lugar de explicar las acciones que pensaba acometer se limitó a leer el panfleto electoral repartido al pie de la letra y encima de dos veces, porque de una era muy largo para coger resuello. Así que con estos retales el traje será corto seguro.