Más de la mitad de la población de Arafo ya puede utilizar, sin ningún tipo de limitación sanitaria, el agua de abasto, ya que la Consejería de Sanidad ha levantado las restricciones establecidas en diciembre de 2010, tras la conclusión de las obras de mejora en el depósito. Aún queda por resolver el problema de la zona baja. 
10/sep/11 01:06
10/sep/11 01:06
TACHI IZQUIERDO, Tenerife
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha decidido desde esta semana levantar la restricción que había establecido para el consumo de agua potable en el municipio de Arafo desde el mes de diciembre del año pasado.
El motivo de esta limitación, que ha afectado a más de la mitad de la población, obedecía a las condiciones técnicas en las que se encontraba uno de los depósitos reguladores de abastecimiento, donde se detectaron varios incumplimientos de la normativa sanitaria.
Aunque la limitación no se circunscribía a las condiciones de la calidad del agua, fue preciso habilitar por parte de la empresa Aqualia de varios depósitos repartidos por las plazas del municipio, para abastecer a la población.
Según la empresa responsable del servicio de abastecimiento de agua en Arafo, el depósito afectado constaba de dos vasos, que incluso uno de ellos llegó a sufrir un desprendimiento de su techo, además de que representaba un peligro tanto llevar a cabo las labores de mantenimiento como el acceso y su propia seguridad.
La medida de Sanidad, adoptada con carácter preventivo, por el estado de las instalaciones, ha conllevado la construcción de un nuevo depósito, cuyas obras acaban de finalizar y cuentan ya con la autorización sanitaria, por lo que se han levantado las restricciones y en los próximos días se procederá a la retirada de los depósitos provisionales.
Tras esta actuación, uno de los dos depósitos afectados se quedará fuera de uso, mientras que el que se ha acondicionado ofrece ahora una mayor capacidad, al disponer de más volumen de almacenamiento.
A pesar de que la apertura de las medidas sanitarias por los incumplimientos ya se ha levantado en la zona alta de Arafo, principalmente en el casco, aún queda abierto otro proceso de restricción que afecta a la zona baja del municipio, porque el depósito que abastece a la zona de La Hidalga también presenta incumplimientos en la estructura y en el proceso de cloración. Por ello, con el objeto de garantizar el consumo "será necesario construir un nuevo depósito", pues el suministro proviene de un depósito de propiedad privada, cuya agua es clorada por Aqualia mediante un tanquilla ubicada fuera de dicho recinto.
Para solventar este contratiempo, las fuentes consultadas estiman que solo se podrá acometer a largo plazo, ya que su importe, algo más de 1 millón de euros, dificulta su impulso por la difícil situación económica actual.
Una red anticuada
No obstante, este no es el único problema de Arafo en cuanto al suministro de agua, ya que su anticuada red provoca, como ha ocurrido en los últimos días, interrupciones. En épocas de calor, como ha ocurrido en días pasados, coincidiendo con una alerta por calor, y con el incremento del consumo, amplias zonas de su territorio se quedan sin suministro, ya que las redes no dan abasto, al margen de la escasa capacidad de los depósitos, lo que implicaría una actuación en profundidad de reposición de la red.
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha decidido desde esta semana levantar la restricción que había establecido para el consumo de agua potable en el municipio de Arafo desde el mes de diciembre del año pasado.
El motivo de esta limitación, que ha afectado a más de la mitad de la población, obedecía a las condiciones técnicas en las que se encontraba uno de los depósitos reguladores de abastecimiento, donde se detectaron varios incumplimientos de la normativa sanitaria.
Aunque la limitación no se circunscribía a las condiciones de la calidad del agua, fue preciso habilitar por parte de la empresa Aqualia de varios depósitos repartidos por las plazas del municipio, para abastecer a la población.
Según la empresa responsable del servicio de abastecimiento de agua en Arafo, el depósito afectado constaba de dos vasos, que incluso uno de ellos llegó a sufrir un desprendimiento de su techo, además de que representaba un peligro tanto llevar a cabo las labores de mantenimiento como el acceso y su propia seguridad.
La medida de Sanidad, adoptada con carácter preventivo, por el estado de las instalaciones, ha conllevado la construcción de un nuevo depósito, cuyas obras acaban de finalizar y cuentan ya con la autorización sanitaria, por lo que se han levantado las restricciones y en los próximos días se procederá a la retirada de los depósitos provisionales.
Tras esta actuación, uno de los dos depósitos afectados se quedará fuera de uso, mientras que el que se ha acondicionado ofrece ahora una mayor capacidad, al disponer de más volumen de almacenamiento.
A pesar de que la apertura de las medidas sanitarias por los incumplimientos ya se ha levantado en la zona alta de Arafo, principalmente en el casco, aún queda abierto otro proceso de restricción que afecta a la zona baja del municipio, porque el depósito que abastece a la zona de La Hidalga también presenta incumplimientos en la estructura y en el proceso de cloración. Por ello, con el objeto de garantizar el consumo "será necesario construir un nuevo depósito", pues el suministro proviene de un depósito de propiedad privada, cuya agua es clorada por Aqualia mediante un tanquilla ubicada fuera de dicho recinto.
Para solventar este contratiempo, las fuentes consultadas estiman que solo se podrá acometer a largo plazo, ya que su importe, algo más de 1 millón de euros, dificulta su impulso por la difícil situación económica actual.
Una red anticuada
No obstante, este no es el único problema de Arafo en cuanto al suministro de agua, ya que su anticuada red provoca, como ha ocurrido en los últimos días, interrupciones. En épocas de calor, como ha ocurrido en días pasados, coincidiendo con una alerta por calor, y con el incremento del consumo, amplias zonas de su territorio se quedan sin suministro, ya que las redes no dan abasto, al margen de la escasa capacidad de los depósitos, lo que implicaría una actuación en profundidad de reposición de la red.
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