Las Nuevas Generaciones Calzadilistas

Cuando el  antigüo regidor municipal llevaba las riendas de los fortunios de Arafo tuvo la nada lúcida idea de sostener su sistema de gobierno más allá de su propia existencia. Para ello contaba con dos peones de primera categoría, por un lado su Chico para todo y por otro a su propio retoño, a la que según sus  palabras ya desde pequeña le acompañaba a las reuniones políticas para que fuera marcando estilo.

El Chico para todo, o casi todo, se lo fue creyendo y poco a poco y a la sordina, hinchado por su sobervia, se fue haciendo con datos y apoyos dentro del Ayuntamiento. Era quien atendía el teléfono, quien traía y llevaba ...y así fue dándose más  a conocer tanto o más que el propio Calzadilla, con una campaña a corta distancia de una persona que no tenía nada que perder y todo que ganar.
Fue convirtiéndose en  imprescindible porque tras una década en el Consistorio casi todo pasaba por sus manos, de todo sabía y era hábil para aprovechar siempre ante circunstancias adversas y dar una palmadita en la espalda y soltar aquello de:" este hombre...", expresión que todos hemos oído aunque algunos no querían ni oir.

la foto de la traición

Celosa, el retoño de Calzadilla, segura de su apellido y de sus aduloncetes mantenía el tipo a duras penas, creando fama de poco trabajadora y gastadora, siempre de compras con su amiga del alma y cuando no de desayuno en la plaza. Sin cualificación suficiente ni para llevar un presupuesto de  monedero chico, despilfarraba cada año cerca de cincuenta millones de las antigüas fiestas en repetir y repetir siempre el mismo calendario festero.

Calzadilla cometió muchos errores pero esta idea de usar a estos dos pipiolos fue su pérdida defiitiva, el empujón que le faltaba. El Trepa se hizo con su simpleza con las riendas municipales y con el apoyo de los dirigentes del  Partido del Pájaro Carroñero, porque  el mismo que llevaba el cuentito luego decía "...yo no soy así...yo soy el bueno..."Y con tal argucia engañó a más de uno y de una.

Se ha rodeado de un grupo cerrado de jóvenes inexpertos ávidos de un sueldo público que no saben por dónde caminan a los que reune cada mañana en el patio del cole para dictarles la tarea del día. Son las Nuevas Generaciones Calzadillistas de cuyo patrón tienen un busto en la entrada del Auditorio.

Hemos pasado de tener un Alcalde que decía a todo el que le preguntaba por algún trámite atrasado en su resolución " estamos en ello..." a otro que cada vez que uno se lo encuentra , que son pocas las veces, te espeta un "...tenemos que hablar..." a la par que te pone el brazo sobre el hombro y te susurra al oído como si nadie más pudiera oir semejante secreto. De los zorros líbreme Dios, que de los listos me libro yo.