ARAFO La nueva asociación de empresarios reclama más seguridad y limpieza Asepraf es un colectivo de empresarios y profesionales de la zona centro de Arafo que acaba de constituirse legalmente. Su principal objetivo es lograr la unión del colectivo, para mejorar su información y formación. Su origen obedece a su oposición al mercadillo que cada semana se instala en la plaza.

TACHI IZQUIERDO, Arafo

Parte del empresariado de Arafo se ha constituido en una nueva organización profesional con la que defender sus intereses y abrir canales de diálogo con las instituciones para favorecer el acceso a la información o las ayudas y la formación de sus asociados.

La Asociación de Empresarios y Profesionales de la Zona Comercial Abierta Arafo-Centro (Asepraf), presidida por Ignacio Romero Mesa, y que cuenta en su directiva con María Dolores Rodríguez, como secretaria, y Mercedes Gracía Lucea, como tesorera, pretende representar a los empresarios "afectados por el mercadillo del agricultor" que cada semana se instala en la plaza del municipio.

Al margen de que a partir de este momento pretenden iniciar una campaña de captación de socios, dirigida a los 15 empresarios implantados en la zona centro y al resto de actividades, señalan que su constitución obedece a la necesidad de "contar con un marco jurídico desde el que actuar, y no de manera individual como se venía haciendo hasta ahora", señaló Romero.

No obstante, explican que además de los efectos directos que tiene el mercadillo en sus actividades, "tenemos muchos problemas en el municipio", por lo que exigen que se adopten medidas que no solo beneficien a sus funciones, "sino a la totalidad de la población". Por ello, reclaman más seguridad en este entorno, ya que "es necesario contar con más iluminación en la zona donde se localizan los comercios". Además, piden "más efectivos policiales, ya que a partir de las 21:00 horas ya no se cuenta con efectivos, y el municipio depende de la Guardia Civil de Güímar".

Señalan que estas carencias favorecen el incremento de los actos delictivos "y la sensación de inseguridad entre los vecinos y los propios comerciantes".

Además, piden una mejor limpieza de las zonas comerciales, para que "sea atractivo comprar en Arafo y nuestros clientes no se trasladen a otras zonas".

Mercadillo semanal

En cuanto a la celebración del mercadillo, según recordaron, hace dos años funcionaba en la zona de El Pino, "y convivíamos con los agricultores, hasta que el actual equipo de Gobierno municipal del PP se comprometió a ubicarlo en la plaza, con todo el apoyo de la corporación, pasando a celebrarse cada semana, lo que generó el malestar de parte de los comerciantes". En este sentido, consideran que esta actividad constituye una competencia porque "venden cosas que no pueden vender, porque en algunos casos se ofrecen productos que no pertenecen a la zona, además de que algunos agricultores no solo venden sus productos, sino los de otros dos agricultores asociados".

Asimismo, explican que "también estamos en contra, porque a nosotros no nos anuncian nuestros comercios de manera gratuita, pero al servicio del mercadillo se ponen todos los medios, actividades y actuaciones musicales".

El presidente explicó que "se trata de una competencia desleal, porque nosotros para vender nuestra mercancía pagamos todo tipo de impuestos, seguros y seguridad social de nuestros empleados, algo que no ocurre con el mercadillo, porque se aplica una doble vara de medir en cuanto a los aspectos sanitarios".

Este colectivo de empresarios también le reprocha al ayuntamiento "su escasa capacidad de diálogo, ya que han cancelado en varias ocasiones una entrevista que le hemos solicitado", y le reprochan que "nos llamen inmovilistas, ya que hemos planteado varias alternativas para la ubicación de este mercadillo, tanto para que volviera a su enclave original, como para que su celebración se estableciera los fines de semana, para que no entorpeciera nuestro horario".

"Lo que queremos es defender nuestros derechos, movilizando a los comerciantes, porque se acerca la Navidad y hay que evitar que ocurra lo de cada año, que ponen cuatro luces y sin transformar la zona comercial en algo llamativo para los clientes y el municipio".