Y es que cómo Arafo no hay na'...

Parafraseando la letra de aquel famoso pasodoble que la Orquesta Tenerife cantaba por la década de los ochenta ..."como Arafo no hay na'."

Arafo es un pueblo singular en todos los aspectos. Amable cuando recibe a los visitantes, crítico cuando alguien osa traspasar alguna barrera social al uso, y penduleante cuando se trata de posicionarse sobre cualquier asunto...es el pueblo maestro de la ambigüedad. Una forma de ser ésta que se refleja en sus propias estructuras musicales, sociales y hasta religiosas.

Es justo reconocer que el ámbito político tampoco ha escapado  a este sentimiento y que la Historia con mayúsculas se escribe en Arafo entre la derecha y la izquierda. Una derecha ramplona, pelotera, aprovechada y socialmente gremial que siempre ha ganado la brega a una izquierda que no acaba de convencer, y que no encaja las derrotas electorales con elegancia, sino que lo hace , al igual que el resto de los partidos en la oposición, con un a adiós a la francesa, salvo honrosas excepciones.

Arafo me apasiona, lo confieso, es difícil entrar en la mente de los araferos y saber lo que realmente piensan u opinan dejando al margen aquello que expresan verbalmente, porque hasta ahí llega su dualidad, que no falsedad, porque ellos creen que ese comportamiento es correcto.

Esa dualidad es el fruto de la supervivencia de un pueblo que durante años ha estado sometido a la conjura, al escondite, a la persecusión. Arafo es un pueblo con un nivel cultural y de riqueza que para sí quisieran otros que presumen de abolengo sin merecerlo, son ilustres los araferos que han paseado y pasean el nombre de la Villa fuera en todos los campos del conocimiento y de la cultura. Afortunadamente las nuevas generaciones han respirado ambientes más oxigenados, y se vislumbra un cambio en pocos años, un cambio hacia el progreso y la comunicación.

Yo quiero  a Arafo, vivo aquí hace años y me siento ya vinculado a él de por vida. Y es que por muchos sitios donde yo haya vivido al final, como Arafo no hay na'. Con cariño,  un nuevo vecino.