El deportista tinerfeño rebasa con holgura el anterior récord Guinness de pedaleo durante un día
Castro, en el momento de completar las 24 horas, junto a la consejera de Deportes Cristo Pérez. |
SANTA CRUZ DE TENERIFE "Que el hombre sepa que el hombre puede". La frase es de Alfredo Barragán, capitán de la expedición Atlantis, que saliendo desde Tenerife cruzó el océano Atlántico en una balsa de 13,6 metros de largo por 5,8 metros de ancho construida con troncos, sin timón y con una vela. Estas palabras están expuestas en una escultura en la carretera que va de Santa Cruz hasta San Andrés a la altura del túnel de María Jiménez.
Desde ayer también podría poner: "Que el hombre sepa que Miguel Ángel Castro pudo". Porque el deportista tinerfeño fue protagonista de una gesta histórica, de uno de esos momentos que se recordarán toda la vida. Pedalada a pedalada, minuto a minuto, kilómetro a kilómetro, el arafero completó 24 horas sobre una bicicleta estática y batió el récord Guinness que poseía el francés Philippe Vaz con 1.421 kilómetros. De hecho, lo hizo cuando habían transcurrido únicamente 17 horas, 38 minutos y 26 segundos.
A partir de ahí, Castro recorrió 326 kilómetros más para dejar una marca estratosférica: 1.747,6 kilómetros. O lo que es lo mismo, una media de 72 kilómetros a la hora durante un día entero. La magnitud de lo conseguido es tal que la distancia lograda entre el viernes y el sábado al sillín de una bici Technogym es similar a la que hay entre Tenerife y Madrid, que es de 1.756 kilómetros. Pero no fue el único récord Guinness que superó el tinerfeño. Miguel Ángel Castro poseía la plusmarca de las 12 horas con un registro de 832 kilómetros. A las 06:01 horas de ayer, justo cuando cumplía el ecuador de la carrera, la distancia recorrida era de 1.015 kilómetros, 183 kilómetros más.
La aventura del recordman revolucionó el Dynamia Active Center. Por el gimnasio santacrucero se pasaron familiares y amigos de Castro, que agradeció a todos su apoyo. Como reconoció al término de la prueba el propio ciclista, hubo momentos de bajón físico y anímico. Pero con una fuerza de voluntad férrea y gracias al apoyo de su equipo pudo recuperar la cadencia. Por expreso deseo de Castro, los últimos minutos pedaleó a su lado la consejera de Deportes del Cabildo Insular, Cristo Pérez.
Son las 18:01 horas. Diez segundos de cuenta atrás, gritos, aplausos y brazos en alto de todo un campeón. El reloj marca 24:00:00 y 1.747,6 kilómetros. Los presentes en Dynamia regalan a Castro una ovación. El protagonista de esta épica gesta se emocionó. No fue la única vez que lo hizo. Cinco minutos después, ya duchado y recuperado, recibió otra sorpresa. Su madre y sus hijos le regalaron una tarta para celebrar su 43 cumpleaños. Un día que nunca olvidará.
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