El
11 de Junio de 2011, a
las 11 horas comenzaba el Pleno en el que tomarían posesión tanto el máximo
regidor municipal como el resto de los concejales electos.
Tal
y como se dejó oír en la sala de plenos era un día histórico en el cual se
creía dábamos un paso adelante en la historia colocándonos al mismo ritmo de
crecimiento que el resto de municipios tinerfeños.
Dejábamos
atrás años de retraso, de sumisión, se adulonamientos y de baboserias…y sobre
todo de vasallismo…o eso creíamos.
El
brindis se celebró en el Centro Cultural donde tanto el nuevo alcalde como sus
concejales repartían entremeses entre los que allí estábamos, todo el pueblo
era feliz esa mañana y se comentaba a viva voz aquello de ¡por fin la democracia ha llegado a Arafo!.
¡Qué
tiempo tan feliz y que corto se nos hizo!.
A
los pocos días se daban a conocer los nombres de los responsables de cada una
de las áreas…y comenzó la fiesta. El
Alcalde lo segundo que hizo tras ordenar los salarios que percibirían fue
cambiar el mobiliario del despacho…y a mi juicio no para mejor…pero si él era
feliz así pues bien. Pronto los paseos
de las nuevas ediles por las calles con tacones de vértigo , que creo no era
por lucir mas estilosas sino simplemente por hacerse notar, el alcalde empeñado
en marcar el ritmo de trabajo se nos estresó en dos meses, y ES que no es lo
mismo ser candidato que aquello de ahora dime como me arreglas esto…o el dame
trabajo ya…Lloriqueaba igual que su predecesor y hasta dos o tres bajas cogió por
cansancio como si aquello fuera nuevo para él, amparado en el escudo de la
novedad quiso deslindarse de las vergonzosas o inadecuadas decisiones a las que
se había sumado en la legislatura anterior, pero los vecinos tenemos buena
memoria aún , a pesar de nuestra edad.
En
prensa habían apariciones casi semanales con entrevistas llenas de buenas
intenciones y en las que el señor Lemes no encontraba las palabras mas
adecuadas para dejar claro que su legislatura iba a ser diferente a todo lo demás y su compromiso,
que repetía cual letanía pejiguera de que sus actuaciones irían siempre
encaminadas al bien común… ¡qué tufillo estaba dando ya la cosa!
Su
reencuentro con las autoridades eclesiásticas, se unió a la desaparición total de su presencia en
las calles del pueblo, parecía esconderse de los vecinos que le votaron más
allá de lo que él mismo llegó a pensar y ya se nos fue la alegría. Era más de
lo mismo, con ropa vaquera y una sonrisa y aquel “tenemos que hablar” que sonaba
a frase manida y rancia ya. Nunca se le vio para hablar con nadie y es que
realidad él no tiene nada que decir y tampoco quiere que los demás le digamos
para no complicarle la mañana.
Su
poca mano izquierda con los empresarios y los agricultores ha llevado a Arafo a
los medios de comunicación, ni unos ni otros son culpables de que el alcalde no
sepa dialogar y es que como dice un concejal arafero ” hijo de gato seguro caza
ratones.” Y cuando el pueblo ya tenía
cuentas con deudas, nuevos deudores y acreedores nos viene la crisis europea… se
lo han puesto a huevo.
A
la falta de ganas en el trabajo, a la
falta de ilusión y de ideas para sacar a Arafo del estancamiento en que se
encuentra se le ha unido la falta de liquidez municipal. Es la excusa
perfecta…no hay dinero…no podemos hacer nada … PERO YO SIGO COBRANDO IGUAL.
Un
año de desesperanza OTRA VEZ, los besos
de las concejalas a los que nos encuentran por las calles saben a besos pagados.
El
grupo municipal también ha cambiado en apenas un año con la dimisión de una
concejala que a mi juicio nunca debió entrar en política.
No
es momento para relatar uno por uno los problemas de este pueblo…pero si que
podemos contar con los dedos de las manos las actuaciones municipales en el
pueblo en este año de mandato, porque los trabajadores municipales siguen
haciendo lo que les da la real gana con los horarios y sus entradas y salidas,
y cuando están tampoco es que se muevan mucho, por decir algo, si preguntas por
algún trámite te contestan a media voz:” ah si, ya me acuerdo…eso creo que lo
tengo por aquí…pero no he tenido tiempo de verlo con calma…y es que tengo que
hablarlo con la Secretaria…” y entonces es como si nos hubieran hablado del coco. Es lo mismo que si te dijeran que
eso no tiene arreglo.
El
alcalde de Arafo sencillamente no manda. Se ha dejado tomar las barbas por sus
concejales, que a parados podrían competir en una carrera de caracoles. Arafo sigue sucio, feo y eso que estamos en
primavera, está como decimos aquí “de la mano de Dios”. No hay vigilancia
aunque arrastren a uno veinte metros…o se metan en tu casa mientras cenas…Se
permite el adulonamiento de décadas anteriores, y como ejemplo basta con ver el
comunicado sobre las excepciones en los cortes de agua…venga usted a hablar
conmigo y garantíceme su voto y el de los suyos y no pagará agua. Seguimos
igual! Tantas elecciones y para nada de
nada.
Lemes no pasará
a la historia de Arafo por ser un buen alcalde porque no lo es, quizás
pensaba que podría hacer más y no puede pero yo creo que está pasando la crisis
a buen recaudo él y sus siete enanitos, cobrando, sin hacer nada
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